La crisis afecta por igual a todos los negocios, pero a algunos más que a otros. A la televisión la crisis general le llega en un momento en que, como dice la canción, "cambia, todo cambia", con lo que pilla a los ejecutivos descolocados, en estado de shock, por qué siguen sin entender porque bajan las audiencias, por qué no se ingresa publicidad, por qué las fórmulas manidas de siempre no funcionan...
A esto hay que añadirle que no consiguen encontrarle ninguna gracia a la TDT, ven que los jóvenes se fugan a internet, no entienden el modelo de negocio de los canales temáticos y van dando palos de ciego, completamente perdidos.
Señores, solo hay que mirar el valor de las acciones que cotizan en bolsa: Antena 3, por los suelos; Telecinco, también. Las empresas han perdido valor a marchas forzadas y los accionistas están que trinan. ¿Dónde están las acciones por encima de veinte euros ahora que se mueven entre cinco y nueve? ¿Volverán las oscuras golondrinas en algún momento? Que se vayan despidiendo y que aprendan a sobrevivir, que en tiempo de tribulaciones es mejor no hacer mudanzas, pero es bueno también que ya las vayan preparando...
sábado, 20 de septiembre de 2008
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